Era
una mañana de un común día Jueves. Me volví a hacer consciente de mi existencia
a eso de las 6:30 AM, justo cuando sonó la alarma de mi móvil y me logró sacar
de mi sueño profundo haciendo sonar Good Morning, Good Morning de The
Beatles.
Hacía
mucho tiempo que no pasaba una noche tan buena como aquella, dormí sin pensar
en aquel amor incomprensible no correspondido, en los trastornos de integración
sensorial que pueden afectar a los niños o en los conflictos estúpidos que
aquejaban mi cabeza, como las peleas con mi familia o las deudas que tenía que
pagar. Había sido una noche tan buena que amanecí con una energía inexplicable
que se encargó de sacarme de mi cama de un solo salto; presentí que sería un
gran día y que por lo mismo debía agradecerle al mundo semejante regalo,
después de todo podría ser mi oportunidad para comenzar a revertir el flujo de
mi vida. Hoy debía hacer lo correcto.
Como
no había tiempo que perder, me apresuré al baño para asearme y enfrentar el
día. Me desnudé e hice correr el agua de mi vieja bañera, la cual
sorprendentemente no demoró más de una fracción de segundo en calentarse,
definitivamente era una señal de que hoy era mi día. Al salir me miré en el
espejo trizado de mi baño y tomé la decisión de afeitarme completamente. Así
podría resaltar una gran sonrisa y quizás podría llamar la atención de alguna
mujer; es interesante como uno puede pasar una gran cantidad de minutos
cruzando miradas con una persona del otro sexo mientras va en el transporte
público, es como si el destino quisiese que uno se encontrara con esa persona y
le diera la oportunidad para conocerla... lástima que generalmente uno abofetea
el destino y prefiere no tomar riesgos por parecer estúpido. Pero hoy sería
distinto, hoy haría lo correcto.
Me
vestí con la mejor ropa que tenía dentro de mi pequeño armario: una camisa
blanca semi-formal y unos jeans azul oscuro. Me tomó un poco de tiempo
acostumbrarme a este look ya que no suelo vestirme con colores tan
claros, sino que prefiero más el negro, creo que es un color bastante
enigmático y bello... lástima que no es tan bien visto a ojos externos, ya que
siempre lo asocian a trastornos depresivos, la muerte de algún ser querido o
incluso a que esa persona puede ser peligrosa. Pero hoy sería distinto, hoy haría
lo correcto.
Me
encargué de ordenar y limpiar mi pequeño departamento, ya que pronto se me
hacía tarde para alcanzar a llegar a mi trabajo en el cyber. La labor no me tomó más de unos 15 minutos para dejarlo
impecable. Nunca he esperado visitas durante el día, y hoy no era le excepción,
sin embargo, tuve la sensación de que ordenando podría mejorar un poco el
ambiente que tenía mi hogar. Incluso pensé en comprar unas plantas de interior
para darle un poco más de vida a las paredes desgastadas por la humedad. No
tenía mucho dinero para terminar el mes, pero quizás este nuevo ambiente me
traería nuevas vibras e incluso algo de suerte... es típico de los hogares de
buena situación que estén impecables y con muchas plantas a diferencia
del mío. Pero hoy sería distinto, hoy haría lo correcto.
Me
cercioré de cerrar las ventanas y la puerta con llave para echarme a andar a
pie a mi trabajo. Generalmente suelo tomar algún autobús en el paradero que está
a 20 minutos de mi departamento. Luego de un viaje de otros 45 minutos en autobús
llego a mi destino para caminar finalmente otros 15 hasta el cyber subterráneo donde trabajaba para
pagar mis estudios. Pero hoy, a pesar del tiempo, quise andar a pie durante
todo el recorrido, ya que anoche supe por un reportaje que caminar grandes
distancias a diario hace muy bien para la salud tanto física como mental.
Generaría este nuevo hábito y probablemente me ayudaría con esta nueva vibra
que quería generar en mi vida, incluso podría hacer más ejercicio para ponerme
en forma y cuidar de mi cuerpo. He visto tantos programas sobre cómo la gente
muere por problemas del corazón y que las cifras a nivel nacional eran
preocupantes. Pero hoy sería distinto, hoy haría lo correcto.
Llevaba
poco más de la mitad del camino y sentía esta nueva energía recorriendo mi yo
interno. Por fin me sentía parte de este mundo y de esta sociedad tan compleja.
Por fin sentía que iba a poder lograr pagar mis deudas, sanar mi corazón,
llevarme mejor con mi familia y terminar bien mis estudios... sentía que podría
lograr cualquier cosa que me propusiera... por fin le encontré un sentido a la
vida y este era vivir el día a día con la mejor cara, dejando de lado mis
gustos extraños e insertarme dentro de este cúmulo de personas que conviven
conmigo. Ser uno más en la comunidad, como todos. Gustos, pensamientos,
estilos, todo.
Finalmente,
luego de esperar la luz verde para peatones y ver como todos cruzaban la calle
mientras aún estaba la luz roja, crucé la última calle que me separaba de mi
destino y fui arrollado por un conductor apresurado, matándome de forma
instantánea...
Hoy
fue distinto...
Hoy
hice lo correcto...